El mito de la creación aparece reflejado en el poema Völuspá de la Edda.
Al principio no existía nada, el mundo estaba formado por un gran abismo llamado Ginnungagap que estaba situado entre el reino de hielo al norte y el reino el fuego al sur.
El choque de ambos elementos provocó el nacimiento del agua, el mar y la tierra.
Las gotas de agua formadas por el choque de ambos reinos, se organizaron para crear un cuerpo vivo, el del primer gigante, Ymir y de la misma forma nacío Audumla, una vaca. Audumla alimenta al gigante a través de 4 ríos de leche que brotan de sus ubres, mientras ella se alimenta de la sal que contiene el hielo que derrite lamiendo.
Cuando Ymir duerme, del sudor de su mano izquierda nace una pareja de gigantes, sus hijos, mientras tanto Audumla se está alimentando de la sal del hielo, las gotas de leche que brotan de sus ubres caen en la escarcha que recubre el suelo y del contacto de ambas surge la primera divinidad de la mitología nórdica, Buri.
Buri tuvo un hijo, Bor, quien con el tiempo se casó con una de las hijas del gigante Ymir. De este hecho surgieran las razas de los gigantes y los dioses.
De esta unión nacerían Odín, Vili y Vé. Pasado un tiempo los tres mataron a su abuelo Ymir y arrojaron su inmenso cuerpo al abismo, despedazaron su cuerpo y con sus partes los tres hermanos crearon el universo.
Con la carne crearon la tierra, con la sangre los mares y lagos, con sus huesos las montañas, con sus dientes las rocas; utilizaron el cerebro para crear las nubes y con sus cejas los límites del mundo, con el cráneo levantaron la bóveda celeste, sostenida por 4 enanos Nordri, Sudri, Austri y Vestri ( los puntos cardinales), el sol y la luna giran entorno a la bóveda perseguidos por lobos, y las chispas del sol dan lugar a la formación de los astros. Los tres dioses regulan su curso formando las estaciones provocando el surgimiento de la vegetación que puebla de tierra y del día y la noche.
Los pueblos nórdicos creen que en un fresno forma el centro del mundo, Yggdrasil. Sus raíces abrigan el mundo subterráneo; las ramas altas, el dominio de los dioses y entre los dos se halla el universo de los hombres. Una ardilla asciende y desciende a lo largo de este árbol, transmitiendo noticias al águila posada en las ramas altas y a la serpiente escondida entre la raíces.
 |
 |
 |
 |
